En siembras en triángulo y doble surco, se aprovecha mejor el terreno y se obtiene una
            
            
              mayor cantidad de plantas por hectárea. Sin embargo, por la alta densidad, se tiene que dar
            
            
              un mejor manejo de la plantación en el control de enfermedades porque la humedad dentro
            
            
              de la plantación será alta. Si se incrementa la densidad de siembra se eleva el rendimiento
            
            
              bruto, aunque disminuye el número de dedos por mano y racimo, hay un menor peso del
            
            
              racimo y más lentitud en la maduración, por tanto una mayor densidad se debe compensar
            
            
              con una mayor fertilización y un mejor manejo en general.
            
            
              Pasados dos meses las plantitas empiezan a emitir vástagos, entonces de las dos plantitas se
            
            
              deja la mejor y a ésta se le dejan únicamente dos brotes, los mejores y más alejados entre sí,
            
            
              en años sucesivos se le pueden dejar cuatro, pero no más.
            
            
              Las plantaciones modernas se realizan con amplios pasillos que facilitan la mecanización y
            
            
              a densidades entre 2.000 y 2.400 plantas/ha
            
            
              
                • DISPONIBILIDAD DE AGUA EN LAS PLANTACIONES
              
            
            
              En la época de plantación es necesario disponer de agua para el establecimiento del cultivo
            
            
              o contar con un sistema de riego.
            
            
              La planta solo puede aprovechar el agua del suelo cuando tiene a su disposición suficiente
            
            
              cantidad de aire, por tanto la cantidad de agua y de aire en el suelo deben estar en cierto
            
            
              equilibrio para obtener un alto rendimiento en el cultivo.
            
            
              El drenaje es una actividad importante en el cultivo. Un buen sistema de drenaje aumenta
            
            
              la producción y la disminución de la incidencia de plagas y enfermedades. Se recomienda
            
            
              realizar el drenaje cuando la capa de agua esté a menos de 40-60 cm de la superficie,
            
            
              aunque sea temporalmente.
            
            
              
                • PRÁCTICA DE LA FERTILIZACIÓN
              
            
            
              Las primeras fases de crecimiento de las plantas son decisivas para el desarrollo futuro, por
            
            
              tanto es recomendable en el momento de la siembra utilizar un fertilizante rico en fósforo.
            
            
              Cuando no haya sido posible la fertilización inicial, la primera fertilización se hará cuando
            
            
              la planta tenga entre tres a cinco semanas; se recomienda abonar al pie que distribuir el
            
            
              abono por todo el terreno, ya que esta planta extiende poco las raíces.
            
            
              En condiciones tropicales, los compuestos nitrogenados se lavan rápidamente por tanto se
            
            
              recomienda fraccionar la aplicación de este elemento a lo largo del ciclo vegetativo. A los
            
            
              dos meses aplicar urea o nitrato amónico y repetir a los tres y cuatro meses, al quinto mes
            
            
              se debe hacer una aplicación de un fertilizante rico en potasio por ser uno de los elementos
            
            
              más importantes para la fructificación del cultivo.
            
            
              En plantaciones adultas se seguirá empleando una fórmula rica en potasio (500 g de sulfato
            
            
              o cloruro potásico), distribuida en el mayor número de aplicaciones anuales, sobre todo en
            
            
              suelos ácidos; se tendrá en cuenta el análisis de suelo para determinar con mayor exactitud
            
            
              las condiciones actuales de fertilidad del mismo y elaborar un adecuado programa de
            
            
              fertilización.
            
            
              El uso de abono orgánico es adecuado en este cultivo no solo porque mejora las condiciones
            
            
              físicas del suelo, sino porque aporta elementos nutritivos.
            
            
              Compendio Agropecuario 2012
            
            
              
                119